viernes, 3 de noviembre de 2017

¿Fin de ciclo?


"Lástima que terminó, el festival de hoy, pronto volveremos con...más emociones", permítanme la licencia de empezar con esta canción que, sin duda, a todos aquellos que pasamos ya de los 40 nos suena, porque forma parte de nuestra infancia-adolescencia. Para los más jóvenes, que me lean, les diré que esa canción era con la que se acababa el show animado de los Looney tunes.
Y esa canción es la que me vino a la cabeza, nada más pitar el colegiado Aytekin el pasado partido de Champions entre el Atlético de Madrid y el Qarabag de Azerbaiyán. Porque me dio la sensación, y lógicamente puedo estar equivocado, que este ciclo de Simeone, (un ciclo maravilloso) ha llegado a su fin, o al menos está camino de ello.

Y no lo digo como crítica, ni mucho menos. Porque lo fácil sería criticar a Simeone y a sus jugadores, por no conseguir un pase a los octavos de final de la Champions, (cuidado a los agoreros, porque aunque lo tiene casi imposible, todavía tiene posibilidades de pasar), algo, que hace apenas un lustro era una quimera el pensar,  ya sólo el clasificarse para la mejor competición europea. Lo digo por pura lógica. Nada es eterno y los ciclos se acaban. Y así lo hemos visto a lo largo de la historia.
Ni el Bayern de Beckenbauer, ni el mejor Ajax de Cruyff, ni la Quinta del Buitre, ni el Milan de Sacchi, ni el Barcelona de Guardiola, y muchísimos más ejemplos que cada uno puede aportar. Ninguno de esos equipos fueron eternos, todos ellos, tuvieron su ciclo, unos ganaron más títulos que otros, pero casi todos coinciden en un punto, en el que sus ciclos duraran en torno a los tres años.
En el Atlético de Madrid, estamos en el ciclo de Simeone, un ciclo que a diferencia de los otros, se ha alargado durante cinco temporadas, y en donde se ha conquistado cotas inimaginables hasta hace muy poco.
Pero lo dicho, todo llega a su fin, y en el caso de Simeone y del Atlético no iba a ser una excepción.
Decir que esta época maravillosa acaba por el partido ante el Qarabag sería injusto, pues por un partido no se puede juzgar una trayectoria. El partido ante el conjunto azerí es el epílogo a una serie de partidos, que se remontan, incluso a la temporada pasada, en el que el conjunto de Simeone ya no es el conjunto rocoso ante el que ningún equipo quería jugar, ni grande, ni pequeño. La solidez defensiva, ya no es tan numantina como antaño y ya el 1-0 no sirve para amarrar las victorias.
Y ¿qué es lo que ha cambiado?, Simeone, desde luego que no. Es el mismo de siempre, su filosofía no ha variado un ápice y aunque algunos jugadores le han insinuado en que cambie su sistema de juego, sobre todo en algunos partidos, y que se adapte a las nuevas circunstancias y jugadores, el argentino ha hecho oído sordos y seguirá fiel a su estilo hasta el final de su etapa atlética, que temo que está más cerca de lo que su contrato dicta.
Por tanto, si Simeone no ha cambiado, solo lo pueden haber hecho los jugadores. Y es así, al menos a mi entender. Pero no han cambiado por gusto, sino porque las circunstancias lo han llevado a ello, y por circunstancias me refiero a la edad. El tiempo pasa y no perdona y pasa para todos, especialmente para la guardia pretoriana de Simeone, para los Godín, Gabi, Juanfran, Tiago (ya retirado) y demás.
Cinco años son muchos, sobre todo cuando ya sobrepasan la treintena y las exigencias físicas que se necesitan en este equipo son superiores al resto.
La consecuencia por tanto, es que ya no presionan como antes, ya no llegan como antes, ya no piensan como antes, es decir, ya no es como antes.
Llegados a este punto, y si damos por bueno, lo que he expresado anteriormente, nos tenemos que preguntar entonces ¿cuál es la solución?
Hay dos posibles (siempre a mi entender) y las dos pasan por Simeone.
La primera es que la era Simeone termine a la finalización de esta temporada. Un entrenador nuevo, con nuevas ideas puede ser la pócima que cambie la actual situación atlética. Un cambio que tiene su riesgo, pues el estilo cholista ha calado tanto entre la afición atlética que mirarán con reparos cualquier alternativa.
Existe un auténtico pavor  a la era post-Cholo, pero ésta, algún día llegará y no pasará nada. Es ley de vida y nadie te garantiza que sin el técnico argentino, el Atlético se hundirá o subirá un escalón más. Eso hay que verlo, vivirlo y experimentarlo para luego poder opinar.
Y la segunda solución pasa por que Simeone continúe hasta la finalización del contrato y acometa una renovación-revolución en su plantilla. Porque,  a la conclusión de que la actual plantilla, ya no da más de sí, creo que ha llegado todo el mundo.
Sobre todo, la renovación, tiene que llegar precisamente en los jugadores en los que siempre se ha apoyado Simeone, es decir, tienen que llegar recambios, recambios de garantías, para Godín, Gabi y Juanfran principalmente. Y a mi parecer tiene que llegar un jugador "crack" en el centro del campo que mueva al equipo, algo que choca con la filosofía cholista pero el equipo lo necesita desde hace varias temporadas.
Lo complicado en este asunto, es acertar con los recambios y conjugar los deseos del Cholo, con la economía atlética, que a pesar de ser cada año más fuerte, no es equiparable a la de los grandes clubes europeos.
En resumen, que el ciclo atlético está dando sus últimos coletazos, pero que lejos de amargarnos, lo que hay que hacer es seguir disfrutando mientras se pueda y no olvidar nunca lo que se ha conseguido.
¡qué nos quiten lo bailao!