Hablaba en mi último post sobre Diego Costa y su posible convocatoria con la selección española, y sería muy fácil después del partido de ayer cambiar de opinión, pero no lo voy a hacer porque no lo siento. Pero sí voy a volver a hablar del brasileño que cada día me gusta más. Trabaja como una bestia, se pelea con todo el mundo y contagia a sus compañeros su intensidad y lucha. No rehuye ningún choque y le pone, le pone mucho jugar ante el Real Madrid y en el Bernabéu, un campo talismán para el brasileño. Hace cuatro meses inició la remontada del atlético para finalmente llevarse la final de copa y ayer marcó el gol de la victoria. Un triunfo que pone fin a la nefasta racha de derrotas en los derbys en competición liguera. Gracias a ese gol se termina con la mofa de años anteriores y por fin los aficionados madridistas tendrán que quemar aquella humillante pancarta que rezaba :"se busca rival digno para derby madrileño".
A toro pasado es fácil decirlo, pero la verdad (y era la opinión de muchos aficionados tanto atléticos como madridistas) era que este año el atlético llegaba mucho mejor que el Madrid y que era el año y el momento idóneo para vencer al eterno rival. Pero eso se había oído en años anteriores y al final pasaba lo que pasaba.
Pero ahora es distinto y sólo hay un culpable de ello, Diego Pablo Simeone. El técnico argentino ha sabido inculcar en los jugadores una fe inquebrantable en sus posibilidades, ha sacado el mejor rendimiento de cada jugador y lo que es más importante, ha construido un equipo con mayúsculas. Porque ayer no gano sólo Diego Costa, no gano Koke, ni Miranda, ni Turán, ganó el Atlético de Madrid, en definitiva ganó un equipo a un conjunto de individualidades.
El atlético venció y convenció, fue el gran dominador del encuentro, suyas fueron las mejores ocasiones y el resultado fue demasiado corto a tenor de lo visto en el terreno de juego, y eso ante el Real Madrid tiene un enorme mérito.
Sería el momento idóneo para sacar pecho y mirar a cotas más altas. Pero eso, en este atlético esta prohibido, de eso se encarga Simeone. Su discurso de partido a partido y no mirar más allá, ha calado tanto en sus pupilos que nadie se sale del guión. Y eso es muestra de equipo grande. En otras épocas el resultado de ayer hubiera servido para salvar la temporada, pero ya no. Lo de ganar al Madrid fue algo grande, pero sólo fueron tres puntos más. El objetivo es ganar lo máximo posible y las conclusiones se harán al final de temporada.
Se qué es difícil abstraerse de la euforia, son siete victorias en siete encuentros, récord histórico de la liga igualado con el Barcelona, pero, el atlético, lo esta haciendo y todos deberíamos seguir su ejemplo. Se ganó y ahora a pensar en el siguiente encuentro y no perder la perspectiva, mantener los pies en el suelo y trabajar, trabajar y trabajar. Sólo así se logran los objetivos y el atlético esta convencido de poder lograrlos. Al menos lo intentarán hasta el último encuentro.
Seguiremos informando....