sábado, 1 de febrero de 2014

ADIOS MISTER

Hoy es un día triste para el mundo del fútbol español en general y del Atlético de Madrid en particular. Ha muerto Luis Aragonés. Ha muerto el Sabio de Hortaleza.
Como todo el mundo esta mañana me despertaba con la noticia del fallecimiento de Luis. Una noticia de alcance que ha sorprendido a todos, pues aunque se sabía que en los últimos meses su salud había empeorado, nadie, salvo su entorno más cercano era consciente de su precaria salud.
A lo largo del día, quien más o quien menos ya ha leído o escuchado las mil y una anécdotas en torno a la figura de Luis Aragonés. Por tanto, poco puedo añadir. En definitiva, no soy tampoco el más indicado. Como periodista lo he tratado poco, aunque tampoco hacía falta mucho para conocerle. Dos minutos de charla con él y ya te dabas cuenta de su fuerte personalidad y sobre todo de su carácter.
Como periodista, como hombre de fútbol y como atlético, hoy me siento un poco huérfano.
Como periodista, porque Luis era uno de esos personajes que nos daba mucho juego. No daba una puntada sin hilo y todas sus declaraciones tenían miga. Siempre decía lo que quería decir y por mucho que insistieras nunca lo pillabas en un renuncio. Y tampoco podías insistir mucho porque..... te exponías a un tantarantan de cuidado.
Como hombre de fútbol, porque Luis Aragonés fue el entrenador que cambió la historia del nuestro fútbol, primero en diversos equipos, pero sobre todo como seleccionador. Aquella Eurocopa del 2008 en Austria y Suiza supuso un antes y un después en nuestro fútbol. Se atrevió a cambiar la España de la furia, por la España del Tiki-Taka, se la jugó con los bajitos y el resultado es de todos conocido.
Sus arengas para motivar a los jugadores han pasado a la historia y su forma de influenciar en ellos es indiscutible. No hace falta mas que mirar a todas las declaraciones de los jugadores que han pasado por sus manos. Todos, sin excepción han destacado su forma de ver el fútbol y como les cambió, a mejor, en su juego.
Y como atlético, porque se ha ido un atlético de las pies a la cabeza. Aunque comenzó en las categorías inferiores del Madrid, dato que no muchos conocían, el Atlético de Madrid fue su casa, fue su vida y así lo manifestó en numerosas ocasiones. Ha sido uno de los mejores jugadores atléticos en toda su historia y lo mismo se puede decir como entrenador.
El minuto de silencio que se guardará antes del partido ante la Real Sociedad, será sin duda el minuto más emotivo y sentido de los que se hayan guardado en el Calderón.
Por desgracia no podré estar allí, pero ese silencio se oirá en todo Madrid.
Es una gran pérdida para la familia colchonera, quizás la mayor pérdida de su historia, superando la del mismísimo Jesús Gil.





Gracias por todo y descansa en paz Mister.