viernes, 13 de mayo de 2016

A VUELTAS CON LAS ENTRADAS PARA MILÁN

¡Vendo entradas oigan! ¡Vendo entradas!  Sólo falta escuchar esto en los aledaños del Vicente Calderón para darnos cuenta que el reparto de la entradas para la final de la Champions en Milán se ha convertido en un auténtico mercadeo y en donde muchos de los aficionados, sólo busca conseguir una entrada para revenderla.
No pasa ni quince segundos, después de estar horas esperando en un cola,  para que alguien se te acerque ofreciendote comprar tu entrada por un precio muy superior al que has pagado. Lógicamente son reventas que no quieren ir a Milán, sino a su vez revenderlas por otra cantidad muy superior a la pagada.
No hay que escandalizarse por ello, la reventa, es algo que ha existido, existe y existirá, (salvo que se quiera acabar con ella, que no estoy muy seguro de querer hacerlo por parte de los clubes y de las autoridades), pero distingo entre dos clases de reventas. Por un lado,  el reventa profesional, que ha hecho de este arte su forma de vida y para la que hay que valer, porque en algunas ocasiones se trata de una profesión de riesgo. Y por otro lado está el reventa ocasional, que es aquél que por diversas circunstancias, en un momento dado,  aprovecha la situación para sacar algún dinerillo extra, que casi siempre es más por necesidad que por gusto.
¿Es lícito? desde luego que no, pero al menos a mi parecer, este segundo supuesto ( el de reventa ocasional) es comprensible, sobre todo en los momentos que vivimos.
Más ilícito me parece, y sobre eso no se dice nada,  que las compañías aéreas y hoteleras, se aprovechen de las aficiones aumentando sus precios de manera casi inmoral. No hay nada más triste que tener una entrada para ver a tú equipo, en un partido único, y no poder verlo porque no tienes dinero para pagarte el desplazamiento y/o el alojamiento, gracias  a la especulación de dichas compañías. Al final todo se resume, en que, por lo general, sólo los ricos pueden presenciar este tipo de acontecimientos in situ.

Pero volviendo al tema de la entradas. ¿qué sistema es el mejor para repartirlas entre los aficionados?
¿Sorteo como hace el Real Madrid?, o¿ por antigüedad y abono total como establece el Atlético?
En principio, a mi me gusta más el del Atlético, porque premia a la fidelidad de los aficionados, pero ahondando en el tema, tampoco me parece totalmente justo. Porque a la postre, siempre irán los mismos a las finales. Y aquellos abonados que tienen números altos y que también pagan religiosamente sus cuotas, nunca tendrán la posibilidad de acudir a una final.
Además, no nos engañemos, los abonados con más de 25 años de antigüedad, generalmente son aficionados bastante mayores que no tienen la intención, ni el cuerpo para meterse una paliza de viaje y emociones para presenciar una final a más de 1000 kilómetros de distancia, por lo que suelen ser sus hijos, sobrinos o nietos, los que se aprovechan de esa circunstancia.
¿Entonce qué hacemos? Yo propongo un sistema, ni el mejor, ni el peor, pero creo que más justo. Y no es otro que una combinación de los dos anteriores.
Primero, los aficionados que quieran ir a la final, se deberían apuntar en un lista, con su número de abonado y  DNI. Una vez que esté ese listado, (pongamos por ejemplo, 40.000) el club, que premie la antigüedad de los socios digamos en unas 4000 entradas, y que el resto las reparta  por un sorteo puro entre los demás, como si se tratara de los números de la Lotería Nacional. Con los adelantos tecnológicos de hoy en día, ese sorteo se puede realizar en muy poco tiempo. Los afortunados se publicarían en la web del club (sólo con el número de abono) y así no habría mal entendidos ni enfados, teniendo todos las mismas oportunidades.
Y para evitar la reventa, las entradas deberían ser nominativas, y para rizar el rizo, se recogerían en la ciudad donde se celebrara la final, aportando el abono y el DNI, en una carpa, caseta u oficina creada a tal efecto, que podría estar, una, en el mismo aeropuerto de llegada, para los que viajen en avión, y otra en la fan zone, para los que se desplacen en coche, autobús o tren.
¿Logisticamente es posible? A mi entender, sí. Nadie acude a una final con la hora justa. Hay tiempo de sobra para retirar tu entrada.
Muchos dirán que es una locura y que es inviable, pero como dice el Cholo," el trabajo, paga "y " Si se trabaja, y se creé, se puede".
Todo esto para decir, que no voy a Milán. No tengo entrada.
Saludos.